LA RESPIRACIÓN CONSCIENTE
- Helena Seglin
- 14 abr 2017
- 2 Min. de lectura

El 70 % de los desechos tóxicos del cuerpo se eliminan a través de la respiración; sólo el 30 % restante quedan para la transpiración, la orina y la materia fecal. En nuestra respiración habitual, que llamamos normal, en realidad es una respiración inhibida, que deja una gran proporción (un 90%) de los pulmones es desuso. La respiración es un puente entre lo físico, lo emocional y lo mental. Cuando se respira de forma profunda y completa, se puede conseguir un estado de gran relajación. La mente tiene la función de controlar a las otras dos partes: emoción y cuerpo, que habitualmente son espejos de lo que pensamos y de nuestro estado mental. Beneficios de una respiración profunda: Aumenta la cantidad de sangre, debido a su mayor oxigenación en los pulmones. Esto favorece la eliminación de toxinas del sistema. Mejora la capacidad del cuerpo para digerir y asimilar los alimentos. Los órganos digestivos, como el estómago, reciben mayor cantidad de oxígeno y por lo tanto, su funcionamiento es más eficaz. Mejora el estado del sistema nervioso, debido a la mayor oxigenación. Beneficia el cerebro: el cerebro se beneficia especialmente del oxígeno ya que requiere tres veces más que el resto del cuerpo. Esto tiene un impacto fundamental sobre nuestro bienestar. Mejora la piel. La piel se vuelve más suave, y se reduce la aparición de arrugas faciales. Masajea los órganos. A través de los movimientos de la diafragma durante los ejercicios de respiración profunda, los órganos abdominales -el estómago, el intestino, el hígado y el páncreas- reciben un masaje. Además, el movimiento de la parte superior de la diafragma le proporciona otro masaje al corazón. Estos masajes estimulan la circulación sanguínea en estos órganos. Previene problemas respiratorios: Los pulmones logran ser sanos y fuertes, lo que supone un buen seguro contra futuros problemas respiratorios. Reduce la carga de trabajo del corazón. Esto produce un corazón más eficiente y más fuerte, que funciona mejor y dura más tiempo. También se traduce en una tensión sanguínea reducida, y una probabilidad menor de sufrir una enfermedad cardíaca. Ayuda a controlar su peso. Si tiene exceso de peso, el suministro extra de oxígeno ayuda a quemar las grasas. Si por el contrario, tiene insuficiente peso, el oxígeno alimenta a los tejidos y glándulas. Relajación corporal. La respiración lenta, profunda y rítmica provoca un estímulo reflejo del sistema nervioso parasimpático. Esto produce una reducción en los latidos del corazón y una relajación de los músculos. Relajación mental. Una mayor oxigenación del cerebro tiende a normalizar la función cerebral, reduciendo niveles excesivos de ansiedad. Concentrarse en la respiración es un instrumento ideal para bloquear los pensamientos extraños, tranquilizar y poner la mente en blanco. Una adecuada respiración cumple dos funciones principales: aportar más oxígeno a la sangre, y por consiguiente al cerebro, y hace fluir el prana o energía vital, con lo que se llegará a relajar la mente. La más importante fuente de autoconocimiento reside en la respiración, que posibilita un poderoso estado mental de meditación. La respiración es un recurso para mantener centrada la mente evitando que se disperse en pensamientos fuera del aquí y ahora-
- Ana Botindari , del blog "Sembrando Despertares."
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